Como un homenaje a los muchos que nos precedieron, permítaseme leer así l ra. Tesalonicenses l:8 ; ¨ ....Porque partiendo de vosotros ha sido divulgada la Palabra del Señor, no solo en Inglaterra, España, Suecia, Italia, Irlanda, Nueva Zelanda, Escocia, etc., sino tambien en Argentina, en Rosario, vuestra fe en Dios se ha extendido...¨
texto de Sara Nardi Ericcson de Ingledew
lunes, 27 de agosto de 2007
DON JUAN FEDERICO COLEMAN
Texto escrito y puesto a disposición por Sara Nardi Ericsson de Ingledew
Después de varias alternativas y estadías en diversos lugares del país, escucho por primera vez de las cuestiones divinas en la Iglesia Anglicana de Rosario , pero fue recién cuando tuvo un real encuentro con el Señor cuando hizo contacto con la familia de don Jorge Spooner quien estaba al frente del Hogar para Marineros.
En aquel entonces se celebraban unas reuniones especiales de evangelización en ingles, dirigidas por el señor Grubb, y fue allí donde Federico Coleman, llego a conocer al Señor. Su conversión a Dios fue una cosa real y genuina, pues transformó su vida y la encauzó en el servicio para Dios y los hombres.
Desde muy temprano empezó a tomar parte en reuniones, ya en locales de predicación o en reuniones caseras, en Rosario, Carcaraña y otros pocos lugares donde se celebraban reuniones en aquellos años atrás, cuando las actividades de evangelización no estaban tan desarrolladas en estos lugares, y cuando los trabajos de hombres de fe y visión eran tanto mas apreciados.
En el año 1900 contrajo enlace con la señorita Ada Spooner (hija de don Jorge Spooner). De este matrimonio nacieron seis hijos: Susana, Federico, Francisco, Lily, Gerardo y Leonardo. La primera y el ultimo murieron a muy corta edad. Se destacaron por sus capacidades y celo por el Señor lo que habla de la disciplina y temor de Dios que sus padres supieron inculcarles.
Por muchos años don Federico vivió en Rosario, donde trabajó en el Ferrocarril argentino hasta jubilarse, escalonando diferentes cargos lo que hizo posible granjear los costos de estudio de sus hijos.
Su tiempo libre lo invirtió en visitar enfermos, predicar el evangelio y entrevistar hermanos con solicitud de bautismo.
Su hogar siempre estuvo dispuesto para los creyentes viajeros que estaban de paso por Rosario. Siempre estaba listo para dar una mano en la obra del Señor donde fuera solicitado.
Sus últimos años los paso con su hijo Francisco, en Temperley.
Fue allí donde el día 1° de noviembre de 1948 recibí el telegrama de su hijo Federico, en el cual imaginaba oír su voz con la ternura que le es característica, diciéndome: "Papa durmió en el Señor..."
(Nicolás Doorn, texto seleccionado del Sendero del Creyente)
domingo, 26 de agosto de 2007
DON ANTONIO SELLE
La distribución de la Biblia y de toda otra literatura evangelica es una tarea positiva.
No debiéramos descuidarla, y bien podríamos imitar a este "Pionero" que no abandono su trabajo hasta que Dios lo llamo a su presencia.
Texto escrito y puesto a disposición por Sara Nardi Ericsson de Ingledew
En 1895, se radica en Rosario, y comienza a vender Biblias en la terminal de ferrocarril.
En 1898 es caracterizado como uno de los mejores colportores, llegando a vender 2089 Biblias y Nuevos Testamentos, en tanto que en 1896 la cifra había llegado a 1793 unids.
Su labor de colportaje fue descripta así:
"El colportor Antonio Selle esta ocupado principalmente en Rosario, donde su trabajo es maravilloso. Las estaciones de trenes son quizás su mejor plataforma, y así los libros que vende no todos permanecen en la ciudad, pues van al sur, norte y oeste, tan lejos como las lineas de trenes se extienden, y aun mas allá. Así logra logra llegar lejos sin dejar la ciudad.
Algunas veces, sin embargo, hace expediciones con el vehículo, y sus mejores ventas son efectuadas en aquellos meses cuando debe salir de la ciudad. Durante el año vendió 4542 volúmenes."
Acota también el informe que:
"Hace unos pocos meses que la municipalidad de Rosario eximio al colportor Selle de la tasa mensual llamada
sisa. Una prueba de que nuestro colportor, es el hombre mejor conocido en Rosario, y estimado por su carácter"
Son interesantes los conceptos vertidos por él, definiendo su ocupación de colportor:
"Un colportor tiene el deber de ofrecer la palabra de Dios a toda clase de gente, desde el trabajador mas humilde al caballero que ocupa el sitio más alto; a aquellos que aman la Biblia tanto como a los que rehusan escuchar su nombre; a la gente religiosa y atea; al sacerdote y al abogado; al anarquista, libre pensador y teosofista. Un colportor tiene que estar preparado para todo, ya sea para recomendar el libro revelado por Dios, o para defenderlo de sus oponentes."
Año tras año los informes habla de la eficaz y celosa actuación de Selle.
Al cumplir en 1910, 18 años de servicios en la Sociedad Bíblica registra el record de 8921 libros vendidos. Es en el informe de este año que se destaca que, en Rosario, son pocos los residentes que no le conocen.
Los reportes se suceden. Ellos nos muestran a un colportor que logra vez tras vez la exención municipal, que sigue trabajando eficazmente en las estaciones de trenes, que visita , en 1919, la cárcel de Rosario y lleva el evangelio a mas de 600 reclusos.
Su ritmo de trabajo solo se interrumpe en 1947 cuando fallece a los 78 años.
R.L. Chaplin, quien suplantara momentaneamente a C. Torre en la Sociedad Bíblica, decía en 1910:
"Rosario me impresiona como el centro mejor evangelizado en la Argentina, y creo que este es el resultado del gran numero de Escrituras que nuestros hombres han vendido allí."
Texto extraído del Libro "Nuestros Primeros Pasos" de Carlos A. Bisio.
DON JERONIMO CALLEJAS
Pronto es reconocido como sobreveedor (Pastor o Anciano) de la congregación de la calle Brown, que pasa luego a la calle Salta. ...¡Que importancia tienen las escuelas evangelicas!... Alumno primero, amigo y hermano en la fe después, se le ve unido a don Jorge French en múltiples tareas del periodismo y de la iglesia y su desarroyo y expansión.
Texto escrito y puesto a disposición por Sara Nardi Ericsson de Ingledew
Siendo los primeros años de los comienzos de la obra allá por el 1900, a la pequeña escuela que la Sra. Spooner y sus hijas llevaban adelante, asistía un muchachito que con el consejo de su madre, nunca se aparto de la perfecta asistencia y aun cuando fue mayor, sus responsabilidades en la obra aumentaron de manera extraordinaria al punto de ser el pionero argentino, que colaboro en la expansión del evangelio en Rosario y alrededores.
Conoció la obra en Rosario como pocos, ya que dedicó a la misma en calle Salta 2339, mas de 50 años de trabajo sacrificado, con grandes frutos que hoy podemos comprobar.
Don Jerónimo, disfrutaba en especial de las reuniones al aire libre, la que eran de alguna manera las mas expuestas. Con fervor y cargado de un sentimiento de gran emotividad predicaba el Evangelio, que tanto ansiaba hacer conocer.
Gustaba también de exhortar y enseñar, a grandes y a chicos, pero por estos últimos tenía una estimación especial.
El deseo de anunciar la palabra, lo llevo a localidades como; Villa Constitución, Cruz Alta, San Genaro, San Nicolás, Roldan, Colon y otros.
Fomento y participo de las Conferencias Generales, y fue administrador y luego director de la revista El Sendero del Creyente, en la cual vemos un sin fin de notas que llevan su firma y la particular sencillez y sabiduría que lo caracterizó.
Se ocupo que sus ediciones llegaran a los lugares más inaccesibles especialmente en los que no hubiera enseñadores de la palabra.
Conoció y se caso con una señorita hija de extranjeros llamada Elizabeth Van der Groef, quien fue su fiel compañera y cómplice de la pasión por el evangelio en esta ciudad.
Fue sin dudas un privilegiado de la obra en Rosario, estuvo desde sus comienzos, con la bendición de conocer la palabra desde muy joven y vivir una bella época, llena de esfuerzos y dedicación, que hoy podemos valorar, gracias a la tenacidad de hermanos como Don Jerónimo.
El 28 de abril de 1961, su partida deja un profundo pesar y un grato recuerdo en el corazón de quienes pudieron gozar de conocerlo o recibir sus enseñanzas.
Su nombre hoy día se recuerda junto con otros tan ilustres en las lides evangélicas de la Argentina como: Clifford, French, Lear por sus testimonios de fidelidad y constancia por nuestra obra en Rosario y alrededores.
Texto extraido y adaptado de El Sendero del Creyente
lunes, 20 de agosto de 2007
DON JORGE H. FRENCH
Se radica en Cañada de Gomez y 1890, conoce el evangelio, en las reuniones que se realizan en el Hogar de Marineros de Rosario.
Joven robusto, amante del deporte,participa en la fundación del club Newell´s Olds Boys, y entrena a jugadores de tenis.
Pronto comienza a actuar en la Obra con todas sus fuerzas y vigor, dándole al Señor lo mejor de si.
Trabaja con entusiasmo en la escuela creada por la señora Spooner; mas tarde en la creación de la primer revista evangelica "El Sendero del Creyente", de la que fuera director por mas de 45 años; en la organización de la 1er. Conferencia General del país, realizada en Rosario en 1910.
Canaliza tosa su energía y carácter en función del objetivo que cambiara su vida: el mensaje de Cristo y su propagación.
Seria casi interminable el detallar la actuación de este hombre que marcara rumbos en las asambleas de Rosario, en Buenos Aires y en el país en general.
Pasa a la eternidad a los 80 años, el 10 de junio de 1955.
Texto escrito y puesto a disposición por Sara Nardi Ericsson de Ingledew
George Herbert French
El padre de Jorge French, nacido en el condado de Dorset, Inglaterra y su madre, nacida en Londres, se casaron en el año 1868, y cinco años después llegaron a Paraguay con dos hijos, con el fin de dedicarse a la agricultura. Allí vio frustrado su negocio y se traslado en forma definitiva al pueblo del Rosario, hoy nuestra ciudad, (debemos tener en cuenta que en ese entonces Rosario estaba constituida por pequeñas aldeas independientes) donde nació Jorge, el 3 de mayo de 1875. Ya decididos a echar raíces en nuestro país, el padre toma un empleo en el ferrocarril como jornalero, luego palanquero, guarda y por varios años, jefe de estación en la localidad de Correa. Allí se hizo de un pequeño capital y compro una pequeña chacra.
Jorge aprendió a leer y escribir con la ayuda de su madre y luego cursó la primaria en una escuela del Estado en dicha localidad.
Pero otra vez la suerte les jugó una mala pasada, cuando su padre volvió a perder su negocio y tuvo que radicarse con la familia en Cañada de Gómez, donde Jorge ya mayor, tuvo que desempeñarse como lechero a veces albañil, otras peón de carpintero, etc.
En 1889 retomó sus estudios en una escuela inglesa en esta misma ciudad, pero debido a las intermitencias de su vida gran parte de su estudio fue autodidacta.
Fue en esta escuela que conoció a un Sr. Alberto Martín, quien lo guió y fue su amigo durante toda su vida, quien murió a la avanzada edad de 90 años.
Por ese entonces Jorge pasaba por una notoria crisis espiritual. "Mi camino en ese entonces era descendente" era su propio testimonio.
Pero en esos momentos el Sr. Martín tuvo una gran influencia sobre el joven.
Fue ahí que se presento en el pueblo el Ejercito de Salvación, y Dios quiso que fuera el medio por el cual Jorge French conociera el evangelio en el año 1890.
En 1892 ya en Rosario, y con la ayuda de sus amigos, logró conseguir un empleo concedido por el director del Colegio Comercial Anglo Argentino del Rosario, don Isaac Newell, como celador. Allí tomo mayor respeto al estudio descubriendo su inclinación por la docencia de primarios.
Sin embargo tras una circunstancia inesperada, su vida laboral cambio rumbos, aunque no así su vocación, no obstante tomo un empleo en una empresa de ferrocarril, en Rosario mismo.
En el transcurso de tiempo ya había fundado un pequeño club de fútbol, el conocido "Newell Old Boys" y en Uruguay fue instructor de tenis de una muchacha que luego fue campeona en Montevideo.
Ya se había convertido en un próspero hombre de negocios, honrado, laborioso y versátil, cuyo pensamiento respecto a las empresas había sido las palabras de su madre: "El hombre diligente, nunca debe fracasar"
También como cristiano era un hombre intachable, integro en su carácter, al que no se podía sobornar, ni desviar en lo que respecta a la lealtad en los negocios, consciente y sin remordimientos delante de Dios y los hombres.
El mismo Dador de tantas dotes y capacidades fue a quien él consagra entonces las mismas, siendo conocedor que lo que venía de su Señor, dueño tenía y debía ser dedicado con todas sus fuerzas a Él mismo.
Jorge entonces pudo hacer un ejemplo vivo de lo que el apóstol Pablo dijo: "Os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos a Dios en sacrificio vivo, santo, agradable, que es vuestro culto racional...".
Ya en la dirección de la Escuela Dominical, fue un maestro eficaz, un sobreveedor consciente, un consejero oportuno, amigo leal, el conciliador experimentado, un fiel mayordomo de los bienes materiales de las iglesias y por sobre todas las cosas un verdadero hijo de Dios que se gozaba en escudriñar las excelencias de Cristo Jesús a quien conoció de cerca, amándole y sirviéndole y aceptando la dirección del Espíritu Santo, condiciones necesarias para la predicación del Evangelio y expansión de la iglesia de Dios.
Fue muy amplia la labor y más extensa todavía la influencia y reconocimiento que Jorge French ejerció no solamente en la obra en Rosario y alrededores, también guió congregaciones en Buenos Aires, provincia donde vivió sus últimos años.
Quedan como testimonio innumerables notas editadas en El Sendero del Creyente, del cual fue fundador y director, obra de invalorable consonancia y alcance.
El 10 de junio de 1955, el mismo Dador de la Vida, priva, en su insondable voluntad, a nuestras congregaciones de la presencia de este valioso hermano, humano al fin, pero iluminado por la Gracia y Sabiduría Divina, quien utilizó sus capacidades en pro de la evangelización, expansión y crecimiento espiritual de las iglesias en nuestro querido país.
"La esperanza del creyente en Cristo de gozar inmortalidad, o vida eterna, no se limita al conocimiento de que su alma va a disfrutar, después de la muerte del cuerpo, de ese estado tan precioso con el Señor, sino que incluye la seguridad que tendrá un nuevo cuerpo, un cuerpo perfecto, inmune de todo aquello que sea opuesto a la santidad de Dios."
Jorge Herbert French
Texto seleccionado y adaptado de "El Sendero del Creyente"
CAPITAN FRIDOLF ERICSSON
Su país natal era (y es) bellísimo y ya en ese entonces el standard de vida era muy superior al nuestro; además, había visitado las grande ciudades del mundo, y el interrogante vuelve a surgir; ¿que atracción tuvo Rosario para el? Sin duda alguna, el Espíritu Santo comenzaba a actuar en su vida y en este rincón del planeta.
Cuatro años mas tarde, en 1890, regresa a Rosario con otro barco, y en la Misión de Marineros conoce al misionero Jorge Spooner, que estaba al frente de la misma en ese entonces.
Texto escrito y puesto a disposicion por Sara Nardi Ericsson de Ingledew
DON JORGE SPOONER
Allí sienten el llamado para la Obra en Argentina. Llegan en 1888 y se radican en Carcaraña.
A partir de 1890 y hasta 1894 se hacen cargo de la Misión u Hogar de Marineros, en Rosario, Ubicada en la zona portuaria, a la altura de la calle Sarmiento y el río Paraná, sitio donde aun permanece la casa construida en madera. Al poco tiempo abren una escuela primaria en la calle Brown, en una casa contigua al salón de reuniones; la misma es dirigida por la Sra. Spooner, ya viuda, y sus dos hijas, donde, además de la enseñanza reglamentaria en un todo de acuerdo con las leyes y estatutos del país, se comparte la palabra de Dios. Un hijo y luego un nieto se radican en la ciudad de Casilda, donde el primero levanta un hermoso templo que aun hoy esta de pie. Llevan el evangelio incansablemente a todos los pueblos de los alrededores, predicando en las chacras a familias numerosas, que a su vez fueron plantando testimonios para la gloria de Dios.
Texto escrito y puesto a disposición por Sara Nardi Ericsson de Ingledew